“El error más grande que puedes cometer
es tener el miedo de cometer un error”.
Elbert
G. Hubbard
Son la cualidades innatas de
un deportista el único aspecto importante para poder triunfar en su modalidad?
Muchas veces entra en juego
la suerte de estar allí en el momento justo. Para que quede más claro pondré un
par de ejemplos: estar disputando un buen partido justo el día que ha venido a ver el partido un ojeador
o que se lesione el jugador clave de tu posición y entrar tú en su lugar y poder demostrar tus cualidades.
Pero no solo entra en juego
el factor “suerte” o las cualidades innatas de un jugador, yo considero como
primordial para poder ser un buen deportista la autoconfianza en lo que uno
hace y el trabajo diario.
Es probable que veamos
deportistas de élite que no se diferencien de los demás deportistas de su
modalidad por tener unas cualidades diferentes o mejores al resto, simplemente
son deportistas que son constantes y regulares, que juntamente con su
autoconfianza han llegado a donde ellos soñaban.
La autoconfianza en el
deporte tiene un papel importantísimo, ya que muy probablemente nos
determine el hacer bien una acción o hacerla mal, con la cual cosa será muy interesante
trabajarla desde bien pequeños.
En muchos clubes y escuelas
encontramos entrenadores y educadores que tienden a ser resultadistas. Con esto
quiero decir que priorizan el resultado por encima del aprendizaje.
Contextualizaré un poco, los
niños que están en la etapa de formación, como bien dice la palabra, están formándose
para mejorar día a día diferentes cualidades. Por desgracia, hay muchos casos
de entrenadores y educadores que en esta etapa de formación continuamente
recriminan a sus jugadores realizar una acción incorrecta o probar acciones nuevas.
Si nosotros estamos continuamente recriminando e impidiendo a los jugadores a probar
nuevas cosas, lo que estamos haciendo desde bien pequeños es limitarlos a ser
creativos i bajar progresivamente su autoestima.
Por favor, no limitéis nunca
a vuestros jugadores a pensar y a ser creativos, no les recriminéis continuamente
no realizar buenas acciones. Apoyarlos cuando lo hacen mal, corregirle los
errores (no recriminéis), dejarlos que sean creativos y sobretodo hacer que se
sientas importantes cada uno de ellos, de esta manera su confianza irá en aumento
y podréis sacar lo mejor de cada jugador.
Si os queréis sentir
orgullos en un futuro de vuestros jugadores confiar en ellos y sobretodo que
ellos se den cuenta, hay que comenzar a trabajar de un buen inicio (que
es cuando más facilidad tienen para aprender) sino a medida que pasan
los años es mucho más difícil o en
algunos casos imposible que un jugador tenga autoconfianza con lo que él hace y
que se atreva a ser creativo en su modalidad.
Dani Murcia.
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